Biografía - III
EDUARDO
CANCINO
Intermedio
Esta parte de mi historia es un poco complicada, tal vez habrá que hacer varias anotaciones antes para que se pueda entender, así que ofrezco dos espacios, uno es el cambio de residencia de la Ciudad de México a Aguascalientes en 1994, y el otro, el inicio de mi vida en esta nueva tierra, buscando salir del bullicio y la velocidad de vida del Distrito Federal y encontrar la paz y la tranquilidad de una bella ciudad como lo es Aguascalientes, pero sin conocer a nadie.
Por alguna coincidencia, el adquirir una camioneta que yo buscaba, me llevó a la ciudad de Aguascalientes, en donde estaba justo el vehículo que necesitaba y al precio que yo tenía considerado, así que con toda la confianza, visité la ciudad de la gente buena y me reuní con la persona que tenía la camioneta en venta; de esta relación surgió una propuesta de trabajo como médico del ayuntamiento, en un proyecto que tenía que desarrollar para ser el médico de los trabajadores del municipio, incluía todo lo referente a seguridad e higiene en el trabajo, materias que yo manejaba, pues en ese entonces me desempeñaba en la ciudad de México como médico de la empresa Teléfonos de México, así que solo acepté y en un breve espacio de un mes, ya me encontraba radicando en Aguascalientes, posterior al haber renunciado a todo y traspasado todo en el Distrito Federal.
Para diciembre de 1994, ya me encontraba instalado en una casa rentada y trabajando con toda la actitud en el Municipio de Aguascalientes.
MUNICIPIO DE AGUASCALIENTES
Ingresé al Municipio de Aguascalientes como jefe del servicio médico y de seguridad e higiene en el trabajo, al principio fue complicado conocer todas las áreas que se manejaban en la alcaldía de Aguascalientes, pero con la ayuda de algunos compañeros que colocaron en mi nueva oficina, comenzamos, primero un análisis y descripción de cada área y luego a conocer a los responsables; del mismo modo, iniciaba mi relación con mis compañeros de trabajo, jefa y sus allegados, un poco difícil al no saber bien de sus costumbre, hábitos y tradiciones; si me llegué a topar con malos entendidos en ocasiones hasta con el simple lenguaje.
El trabajo se. desarrolló de buena forma, ya tenía conocidos, pero aun no había amigos, esos se quedaron en la Ciudad de México y se extrañaban.
Intenté encontrar mi sitio, algo similar a lo que tenía, me incorporé como voluntario a la Dirección de bomberos municipales, con recelo, pero me aceptaron y regresé nuevamente a mis guardias nocturnas de fin de semana, me empecé a sentir en casa.
DISPENSARIO
Mi trabajo en el Municipio y mi voluntariado en bomberos estaban caminando bien; sin embargo, concluye la administración municipal que me había contratado y gana las elecciones un partido diferente, evidentemente y conforme a las costumbres políticas, me despiden sin mayor argumento, solo que ya tenían el reemplazo para mi cargo. Así, en un instante ya estaba sin trabajo, esto me orilló a abrir espacios, instalé un consultorio médico, con tan mala suerte que después de varios meses no pude aclientarme y mayor eran los gastos y muy pocos los ingresos, hasta que decidí cerrarlo, no era del todo confiable para la sociedad de Aguascalientes al no se originario. He de confesar que si fue difícil, las cosas se complicaban cada vez más; incursioné en una radiodifusora local con mediano éxito (verán mas abajo esa historia y quedará claro este tema). Algo sucedió, no viene al caso mencionarlo, pero platiqué con un eléctrico automotriz por la descompostura de mi automovíl, en ese momento yo hacía suplencias ocasionales en el ISSSTE, con mucho trabajo y poca paga, pero sobreviví, en fin, este eléctrico me dijo que no creía posible que un médico no tuviera trabajo, que pusiera un dispensario, lo pensé, busqué el lugar y eso hice.
Hable con el párroco de la Iglesia de las Tres Aves Marías, un templo bastante reconocido, vecino de barrios de clase media baja y a su vez de vecinos de clase alta, empecé con dos consultas a la semana y para no casarlos, terminé dando un promedio de 180 a 200 consultas semanales, empezaba a las 7 y terminaba a las 22 horas, todos los días, empezó a enderezar el barco.
RADIO Y TELEVISIÓN
Por allá de 1987 uno de mis queridos maestros, el Dr. Rubén Mangas Alfaro me invitó a participar en un programa sabatino de radio que él producía en Radio RED, una prestigiosa radiodifusora de la Ciudad de México, empecé a acudir cada sábado al programa "Por su salud" primero como invitado para abordar temas de medicina laboral y posteriormente como coproductor; fue tanto el interés de mi profesor, de la radiodifusora y el mío, que terminé sustentando el examen para locutor tipo "A" de radio y televisión y con mi licencia, continué como conductor del programa hasta el año 94, en donde decidí cambiarme de ciudad.
Ya en Aguascalientes me integré a una estación de radio como voluntario y con el mismo esquema, un programa los sábados sobre medicina y salud, el resultado fue bueno, halagador, pero era mi entretenimiento solamente; un tiempo después y ante los embates del desempleo, busqué un mayor espacio, encontrando en donde hacer un programa de radio, después uno de televisión y al final uno que se trasmitía de lunes a viernes por radio y televisión simultáneas de dos horas de duración, todo como voluntario, no genera dinero pero crecía en prestigio y el dispensario de ese entonces (lo supieron en el párrafo anterior) creció hasta convertirse en un trabajo digno, remunerador y suficiente, pero si era de todo el santo día y todos los santos días, pero estaba haciendo lo que sabia hacer y me sentía completo y realizado.
Desde el inicio del programa de radio en una estación privada, hasta los programas de radio y televisión en la empresa estatal, pasaron solamente 13 años, ya todo el mundo me conocía y crecía el número de saludos diarios, aunque los amigos, seguían solo en el recuerdo.
UTA
Muchos fueron los intentos de sobrevivir, la radio, el dispensario y ocasionalmente cursos y estudios de seguridad e higiene realizados y bien pagados para alguna empresa, algunas veces industrias de la rama automotriz o algunas locales, muy abundantes de Aguascalientes; por alguna razón que aun no defino con claridad, me llamaron de la Universidad Tecnológica de Aguascalientes para que realizara un diplomado de Seguridad e Higiene en el trabajo, evidentemente acepté y durante un par de ocasiones di el curso, fue aceptable para los directivos y me pidieron que organizara otro diplomado más, sobre Tanatología para las trabajadoras sociales del IMSS y del ISSSTE y así lo hice, ambos cursos fueron buenos y por su aceptación se repitieron en varias ocasiones.
En ese andar, el entonces rector de la UTA, me comenta que está interesado en hacer la carrera de técnico superior universitario Paramédico y que el supo que yo había participado en esa actividad muchos años, me invita a participar con un médico de la Universidad tecnológica de Hermosillo, quien esta diseñando la carrera, me sumo al grupo y en el año 2000, fundamos la carrera en la UT de Aguascalientes y en Hermosillo, en ese momento me convierto en Director de carrera de la Universidad y da inicio una nueva historia, la educación superior.
Duró lo suficiente para egresar tres generaciones y al cambio de administración, hay cambios de administrativos, llega un nuevo rector incapaz de entender mi carrera y su significado, la relega y decido concluir mi participación como director de carrera y salir definidamente de la UTA.